Tarde de domingo en las entrañas
de una guerra desatada en fotogramas de la muerte.
Estallidos de conciencia bombardeo de memoria
con los ojos entreabiertos al dolor.
Calles que amenazan con las sombras
y ya no se donde se está mas al reparo de la vida
si en el cine que te trae las espadas del pasado
o en los ojos del presente que castigan.
Y yo cargo con mi suerte de pensarte y de buscarte
y mas suerte de encontrarte en esta ciudad perdida.
Ver tu cuerpo apareciendo entre tantos sin sentido,
reconocer que te elijo, reconocerme a escondidas.
Y bastó con acercarte en esa sombra
para ver la mitad del imán que nos atrae
que conecta tu cielo con el mío
que me alivia de domingos invernales.
Texto agregado el 05-06-2006, y leído por 232
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
16-03-2009
ciertas referencias vuelven más sentido el texto, más cálido en su soledad+ malque
11-09-2007
Han de ser domingos lentos los que todos no deseamos vivir. alegreincer
04-07-2006
Las miserias humanas nos rodean, a veces uno no quiere mirarlas por temor al contagio; otros como vos amiga, sesiblemente se conecta con ellas y las exhibe a este publico de la mejor manera. mis ***** lanegra
05-06-2006
Magnífica poesía.
Mis cinco estrellas.
***** eneas
05-06-2006
Te aplaudo. Me identifico con tus textos.
Van mis 5 latidos