Estar muerto no solo es dejar de respirar,
no significa haber perdido la vida,
se puede morir al gritar,
caminar, sin que nadie nos perciba.
Junto a millones de almas,
transitamos los cenderos,
recorremos los caminos,
buscando el amor verdadero.
Morir no es recidir,
tres metros bajo tierra,
los ojos que no se habren,
y los labios que se cierran.
Podemos estar muertos,
al dejar pasar los años,
al no dar pie a nustros anhelos,
y vivir envueltos en engaños.
Dichoso aquel que jamas sabe,
que se puede estar muerto en vida,
que vive amando sus verdades,
y disfruta la existencia tan querida.
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