“tu lo sabías, yo no”

Continué caminando por el sendero pedregoso
Y entre tanto ego suelto, te encontré caminando
Ibas solo, sí que lo ibas,
Sonreías de soslayo y mirabas, inocente, la luna.
Comías esperanza pero respirabas desengaño.
Entonces me viste, también sé que me viste.
Querías una niñita de vestido y rosa claro
Y yo quería un caballero en valiente palafrén.
Así no nos entendemos, postulaste una vez
Y yo miré el reloj y te dije: “son las diez”
Caminamos como caminan los que no esperan nada
Pero en el fondo tu sabias que no era lo que buscabas
Quería saber lo que sentías,
sé que corrías hacia otro lugar.
Lejos del sol, del universo sideral.