Partiendo mi alma en dos, desperdiciando la única brizna de ilusión residual que guardaba celosamente en mi interior, comencé a sentirme de nuevo sin aire.

Una lágrima al caer, resonó, golpeó con tal violencia que abrió un surco en el suelo que me arrastraba hasta las más hondas profundidades de la desesperación.
¿Qué había pasado? ¿Qué había cambiado?
Simplemente el fantasma de la depresión había aparecido nuevamente para arrastrarme al más oscuro de los avernos junto a el.
Otras veces me había aferrado a la vida por la ilusión más simple que aparecía ante mí, como un ángel de la guarda, esta vez no apareció nada a lo que agarrarme.
Demasiado tiempo solo, demasiado tiempo pensando, hablando únicamente con el eco de mi voz resonando en mi solitario pensamiento.
Me seguí dejando llevar.
Me desprendí de todo lo que tenía en un instante, la caída parecía que nunca iba a acabar, mientras me sumergía en las profundidades mil imágenes llenaron mi cabeza, pude verme dentro del vientre de mi madre, comprobé en mis propias carnes la evolución celular que sufrí para convertirme en lo que era ahora mismo, sentí como mi cuerpo moría desde el momento que fui engendrado y seguí cayendo.
Caras sin rostro y con grandes bocas, parecían reírse con horribles muecas mientras lloraba desesperado y seguí cayendo.
El aire dejó de atravesar mi cuerpo, el tiempo se paró y empecé a notar una cálida humedad a mí alrededor y un frío que surgía expandiéndose desde mi interior que iba apoderándose de mi cuerpo, mientras que el calor y la humedad aumentaba en el exterior.
Abrí los ojos y como al despertar de una pesadilla quedé aturdido unos segundos.
Como si de una película se tratara desde fuera de mi propio cuerpo, viéndome desde una cámara cinematográfica me contemplé dentro de mi bañera, con los ojos vacíos y opacos y el agua roja. Me acerqué y observé que mis muñecas estaban cortadas, dejando escapar el elixir que hacía latir mi corazón.
Otra lágrima cayó de nuevo, pero esta vez no noté ningún cambio, ni escuché nada.
Simplemente seguí cayendo.