Y llegaste un dia, con la certeza que serias lo màs preciado de mi vida, inexplicablemente ansiado y claramente imposible. Me bautizaste tan dulcemente y te fuiste tan abruptamente.
Han pasado los meses, no logro asimilarlo, lo supe en el momento en que sucedìa, a miles de kilòmetros, a miles de mares, morías y lo supe, y comprendí y lloré, aùn antes de que sucediera. Nada pude hacer, te pedí que tuvieras cuidado, que manejaras con mesura, y poco tiempo después yacìas en el fondo de esa negrura.
Hay pocas certezas en la vida y el haberte amado fué una de ellas, no puedo decirlo a nadie, solo ustedes que leen cuentos sin rostro y sin historia, que no importa quien haya sido, quedaràs plasmado en estas líneas como a hierro en el alma mia... |