A Isabel Cristina Hung Tú que me acompañas Tu mi hermosa dama Cuando me enfermé A tus brazos me aferré Tu que has sido mi consuelo En las noches de desvelo Te agradezco por tu llanto Tan hermoso y tan sincero ¡Madre Santa!, ¡Madre Bella! Te amo aunque no lo creas Te amo por ser lo más grande Te amo por ser mi estrella. Iluminas mis senderos Cuando triste yo me encuentro Porque luchas contra el viento Porque tu amor es Sincero. Tan sincero como el mío Este amor que yo te ofrezco Porque no me importa el resto Porque ya no siento frió Ese frió tan salvaje Semejante al rudo invierno Que me lleve hasta el infierno Cuando te molestas, ¡Madre! Con estas líneas pretendo Pues, decirte que te amo Con un poder tan inmenso Que se escapa de mis manos Te amo porque me amas Más allá de las fronteras Porque no existen banderas Para amarte bella Dama. Douglas Ortiz
Texto agregado el 01-06-2006, y leído por 334 visitantes. (2 votos)