Inicio / Cuenteros Locales / reni2 / Allá por el año 1919
Abrió el signo de exclamación en una noche que no traía luna. Apostado en la era del cortijo, El Rulfo, alzaba nervioso la cabeza escuchando cualquier posible paso. “Mañana el señorito valorará nuestra obra… A oscuras no se ve nada.” Pintaba ágil Raimundo. Ambos, mozos crecidos de la cortijada, hermanados en sangre desde las primeras pedradas de la infancia. El oteador, miope sin corrección, protestó bajito. “¡Cállate cegatón y vigila! No verías nada aunque saliera un sol radiante. Escucha, que para eso has venido. En noche cerrada no se necesitan ojos.”
En las primeras de la mañana siguiente don Ramón, madrugador, vociferaba vituperios contra los atrevidos noctámbulos. Arremolinados entre curiosos, jovenzuelos los más: Raimundo, El Rulfo y la pareja de la Guardia Civil. En una de las paredes blancas rezaba: ¡Vivan los soviets!
Camino de la jornada de labranza, como si con ellos no fuera la cosa, El Rulfo preguntó a su amigo:
-¿Quiénes son esos que tienen que vivir?
-Bien, bien, no sabría decírtelo. Oí que son cosas de la revolución de los rusos.
-La revolución y don Ramón no casan. Atinaste.
-Atiné al pintar la pared. Don Ramón debe saber de soviets y de la madre que los parió tanto como nosotros dos.
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Texto agregado el 01-06-2006, y leído por 94
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Lectores Opinan |
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01-06-2006 |
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yo se lo hice a mi vecina, le puse PP No con tiza y tampoco sabia lo que era. wiry |
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