estoy apostado en una garita a medio hacer, imaginando que silos gigantes, tal vez, pudiesen contener las mareas, acumulando agua en su interior.
mi gorra marron, resvala facilmente hacia los costados, el uniforme es un reminicencia, de convinaciones de diferrentes prendas, de todo tipo de talles, de la prefectura naval argentina, pues pertenesco a ella, aun estando castigado por mi conducta pesima; eludi la expulsion de esta vida, gracias a que divise en el rio, a una loba marina, y le salve la vida; en realidad, se publico en los diarios la noticia, adulterando pàrte de la verdad,
el mastodonte en cuestion, es una pez perra,
dificil de creer ¿verdad? pero es cierto.
tenia la picota puesta, el filo de la guillotina al caer,
el peloton de fusilamento con la orden de disparar al corazon, la olla del submarino lista para resivirme como a un pollo sin plumas, etc, cuando la vendita providencia me envio a esta mascota de gran tamaño. y es justamente por este motivo, que intercambiamos medallas, por libertad condicional, con mis superiores.
para mi gusto, los motivos son injustos, pero sera conveniente, cerrar el pico, y callar, ya que la acusacion ronda el abuso de una menor.
considero que eramos, dos enamorados que debieron de frustrar sus sentimientos, por desgracia del poder. ella tiene tan solo dieciseis años, pero yo en verdad estoy enamorado, y no medi las concecuencias en su momento, y la noticia trascendio por culpa mia esclusivamente,
ya que, chocho de la vida, lo grite a los cuatro vientos, como un marmota charlatan. y alli fue que me crusifique solo.
orejita de burro le pusieron de nombre, porque en realidad, no es ni una foca, ni una loba, y sus orejas parecen las de un caballo. pesa trecientos kilogramos, y es ovediente. los muchachos de la armada, me cargan diciendo que hacemos el amor sin miramientos de la conciencia, en esa jaula improvisada, y que bailamos a luz de la luna, como dos romanticos enamorados (yo no quiero hablar mucho, pero eso es lo que haciamos con la piba)
para colmo de males, es tanto el tiempo que pasamos juntos, que sin quererlo, voy camino a parecerme.
dios salve a la reina.