Inicio / Cuenteros Locales / jarina / La princesita despistada
	
		 
Érase una vez, una linda princesita a la que todos llamaban “la princesita despistada” 
Y como ocurre en todos los cuentos, fue invitada a un gran baile. . . Después de una intensa noche y cuando más tranquila estaba escuchó el reloj de la torre que marcaba las doce, salió tan deprisa del baile que olvidó las llaves.  
 
A la mañana siguiente, el rey del palacio limpiaba y  vio las llaves de “Despistada”  
 
 Tras mucho pensar… decidió bajar a las mazmorras y entregar las llaves a uno de los presos, para que así  nuestra princesita aprendiera la lección. 
 
El preso recogió las llaves y se las llevó a un especialista, para que le dijera exactamente a que puerta correspondían. 
Después de observarlas el experto exclamó: 
 
- ¡Has tenido mucha suerte amigo! ¡Estas llaves pertenecen al corazón de la princesita! 
 
El preso fue hasta el palacio y esperó; cuando anocheció escaló la torre y entró por la ventana donde dormía despistada: pensó que si entraba en su corazón se enamoraría de él y podría quedarse con todas las riquezas de su castillo. 
 
Pero al abrir el corazón, este desprendió una luz blanca y de repente olvidó que era malo. 
 
Ambos decidieron irse a vivir al campo a una casita de unos primos enanos, que se habían mudado a palacio recientemente, para la boda de otra princesa. 
 
Y allí comiron lechugita, porque les daba pena matar a las perdices y fueron felices en muchos momentos y en otros no tanto, como ocurre en la vida de todas las personas. 
 
Colorin 
  
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Texto agregado el 31-05-2006, y leído por 222 
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