PRESENTIMIENTOS


Si me matan ha de ser
por la justicia social,
nunca mi brazo a torcer
ni deponer mi ideal.

Hombre humilde de los campos,
obrero de la ciudad,
sin temores y sin llanto
venid conmigo a luchar.

Con la bandera en la mano
de la igualdad y la paz,
con la frente en alto, hermanos,
con orgullo y dignidad.

Aunque hagan derramar
esta sangre de mis venas,
jamás me podrán atar
como perro a sus cadenas.

Nunca a nadie imploraré
como el hombre que se humilla,
es mejor morir de pié
y no vivir de rodillas.