Para Pilar, AiredeValencia, por que su sonrisa es irrepetible y aprenderá a complacerse con sus recuerdos.

De parte Cristina y de todos a los que con
tu buen hacer, nos has dado un motivo más para disfrutar esta Nochebuena.

.-.-.-.-



Alicia caminaba decidida; sabía lo que tenía que hacer; en realidad era lo único que le quedaba por hacer en esta vida. Entró en aquella floristería y salió al rato con la cara roja y la sonrisa desbordada mientras le abría la puerta una empleada encantada de hacerlo.... Se sentía feliz. Sabía que era demasiado dinero; pero merecería la pena; estaba segura.

Pedro seguramente se pondría furioso; pero no recordaba una ocasión en la que una sonrisa no hubiese aplacado sus ánimos. Sin dudar, merecía la pena.

.-


Pedro preparó aquella noche cada detalle: las luces en la ventana; las tarjetas de felicitación, estratégicamente colocadas en la entrada; el árbol como a ella le gustaba, sobrio y elegante... ; el mantel para la ocasión, alegre y desenfadado. Como cada Navidad.

Para cenar, el que fué siempre su menú favorito en estos casos. No podía defraudarla...

Decoró cada bandeja; preparó la vajilla. Todo en su lugar. Todo escogido, delicioso. Lo mejor en cada caso; preparado con ternura. Ella venía de nuevo esta noche.

Probó la mejor combinación de luces otra vez más; cambió dos lámparas de sitio; la mesa pequeña mas atrás. Ahora estaba perfecto.

Alicia se encargaba de hacer cada Nochebuena muy especial para Pedro; lo sorprendía; le hacía esperar su llegada; desearla mirando el reloj; acicalarse como no lo hacía en todo el año. Esa noche era sublime para Pedro y Alicia desde hacía muchos años.

¡!Las ocho¡¡, se retrasa.
¡!Las ocho y cuarto¡¡...le habrá pasado algo?.
¡!Las ocho y media¡¡..., suena el timbre, por fin...

Ya está..., Alicia sonríe; Alicia es feliz, se le nota..., la lleva con el, recorriendo y explicando cada detalle; como cada Navidad...

Después de cenar, los postres... y brindar con cava... Pedro, feliz, se despide; la besa..., doce veces...y abre las ventanas para que entre fresco a un precioso ramo de rosas amarillas.