Soy
un perro ladrándole a la luna,
una cáscara de plátano en la acera
la sonrisa descarnada
en los labios del mendigo,
soy lo que queda, lo que dejaron.
Soy
el esquema olvidado de una obra,
la huella poluta del desencanto,
la rebanada de un suspiro,
el pasajero perdido
en alguna estación del tiempo,
soy lo que soy, lo que quedó.
Soy
el parásito de mis propios sueños,
el administrador del caos,
la llama que se enciende con un beso,
la ladera en que nada cae,
el vendedor que se compra a si mismo,
soy el que está, el que aún aguarda.
Soy
el que lleva un inventario
de todos los trinos y gorjeos,
la pala que no cubre de tierra
los huesos de sus frustraciones,
el que desmiga ilusiones
soy el que persiste, el que añora.
Soy
la célula que recuerda su estirpe,
la ilusión que se desvanece en olas,
el marco de un retrato no pintado,
el inválido que repta entre sus miedos
la burbuja de una quimera
soy simple materia barnizada de sueños…
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