Me duele encontrarte asì,
tù que eras tan arrogante,
hoy no queda aquello de ti,
que presumìas a cada instante.
Jamàs pensè encontrarte,
con esa cara llena de tristeza,
ni volver a saludarte,
por tu actitud tan perversa.
Recuerda lo que te dije,
que te amaba màs que nada,
tù de mi te reiste,
te soltaste mil carcajadas.
Sin embargo hoy te digo,
no quiero verte llorar,
y me ofrezco como tu amigo,
quien te sabrà consolar.
Levàntate ya mujer,
no te quedes a media calle,
tù siempre vas a valer,
vuelve a ser la de antes.
Regresa a aquel camino,
muestra tu linda sonrisa,
vamos, forja tu destino,
no camines tan aprisa.
Me da gusto encontrarte,
para poder ayudarte,
si mi camino es lindo,
creo que debo compartirlo.
Te deseo lo mejor,
y si vuelves a caer,
recuerda que el SEÑOR,
tres veces se levantò.
Adiòs, mi linda amiga,
flor quesu aroma me diò,
deseo que Dios te bendiga,
como te bendigo yo.
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