Se me ha caído la pupila
La mujercita negra del ojo izquierdo,
No el derecho, solamente el izquierdo.
Estaba viendo la televisión o escuchando el radio,
O quizás haciendo el amor, y la pupila se ha caído,
Se veía tan sola en el suelo, sola, sola
Amarga y feliz. Pero los sonidos no pararon;
Hablaban de miles de cosas, de una guerra en un desierto,
de un atleta en asteroides, de una actriz,
de un lugar vacacional, de las nuevas tendencias de moda,
de tantas cosas, de una rosas rojas de un ave suicida,
de unas putas y pimps,
unos de penes cortos y las otras de vaginas obligadas,
de la educación para adultos,
de una balada, de una asesino en serie, de moléculas,
También escuchaba una persecución de unos carros con sirenas
Y tenía en mi mano (la derecha) una cena de microwave.
¿Donde me encuentro? Donde esta la paz y el silencio;
Voces, voces, dolorosas voces.
Un vecino diciéndote lo que sea, buenas maneras,
Y un paquete de calorías o quizá optas por la cirugía,
¿Rosas o azucenas?
¿Una rubia o un moreno?
¿McDonalds o Burger King? ¿Crack o cocaína?
Tantas decisiones - ¿importantes o vanas?
¿A dónde ha corrido el ser supremo?
En que nos hemos/han convertido;
Moléculas danzantes de un ritmo congelante,
Soñadores sin más sueños,
Seres de dos palabras, amantes del concreto,
Sentimientos predeterminados
¿Dónde me has dejado vida?
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