Espejismos.


Tus olfatos ardían curiosos
bajo las drogas,
efímeros y frágiles
como dos velas en las negruras.
Aturdido y con cuatro copas en aumento,
Mi colección de súplicas
ha crecido tres cuartos de tiempo ausente.

Mientras la alucinación trata
de alcanzar lo recién abandonado,
creamos instantes desvalidos
para conquistar un buen espejismo.

La fuga hace su acogida triunfante
como si nada viajara
y en lo que inicié se burla mi cordura.
Y como invade la noche en el atardecer
bajo el desierto sonoro de esta prisión,
la canción callada de las luciérnagas
arrastra los afanes imprudentes
de estas largas y
destructoras imágenes dementes.

Alejandra Angel.