Intente burlar la vida con libertad. Creí estar seguro de lo que hacia.
Carecía de palabra cuando alguien me interrogase sobre la felicidad.

Buscaba estar libre en medio de una inmensa muchedumbre. Padecí muchos
golpes de vida, golpes que solo Dios las pudo haber resistido.

Hubo días de paz, muerte y resurrección, un amen después de un rezo. Fueron pocos,
pero intentaron de desaparecerme, de burlarse de mi ignorancia.

Arto de la rutina, una noche sin luna intente volar rumbo hacia otro planeta. Lo intente de mil y una forma; pero desperté al percatarme que estaba soñando. Después solucione con salir de la ciudad montado en una bicicleta vieja, lleve conmigo mi guitarra, ella siempre me acompaña y canta para mi.

Tuve que aprender que no se puede vivir del amor, me sentía libre como una paloma sin alas vagando por el desierto, libre como el viento contaminado de de humo, me mareaba a veces. Esa era mi propia libertad, lloraba a veces.

Hasta ahora todo anda mal, encamino muchos mundos y, note que el mío no tiene sentido; pero aun la defiendo, pese a que soy demasiado infeliz. Debo estar mal, no puedo estar bien, este mundo es muy peligroso para alguien como yo.

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Vestía unos zapatos blancos, de esas que ya estaban pasadas de moda. Llevaba consigo la soledad, no llevaba nada más, tal vez algunos versos por escribir. Yo quede enamorado de ella, quizás ella también de mí, se que desde entonces la amo y puedo compartir mi mundo con ella y con algunos locos mas.

Supe mucho de golpes de vida, de lágrimas secas, de susurros de fracaso, de mundos perversos; pace por miles de vidas destruidas que lloraban mi repaso. Supe el verdadero sentido de la vida, supe que la libertada esta en muchos lugares, incluso de vende.

Me llene de experiencia. Ahora me hallo disfrutando la vida sin tener que acomplejarme, se que debo seguir. Hasta ahora no entiendo el por que de mi cambio, no lo merecía; pero creo que fue por las noches que dije “amen después de un rezo”.