Fue muy difícil. Me costaba respirar, incluso temblaba todo mi cuerpo.
Hace un mes tomé una decisión, hoy tomé otra.
Las dos ultra radicales, importantes, difciles.
La primera era una invitación, era un paso hacia delante, una sonrisa. Tenía mariposas en todo el cuerpo, y aunque sentía miedo, estaba muy ilusionada, y me sentía valiente por el paso dado.
Esta vez siento dolor. Es aún más difuso si tomé la decisión correcta o no. Te saqué de mi vida, así de simple, así de "fácil".

Recordemso un poco...
Hace un mes dije sí. Un sí cargado del temor más profundo, pero el más alegre de mi vida.
Era una decisión importante, la mayor creo yo. Qué aunque me esmeré en tomarla con madurez y razocinio, no hice sino lo contrario. Fueron mis entrañas las que gritaron su nombre, no la voz que murmuró.
Con el paso de las semanas todo se fue volviendo más fuerte, pero más débil a la vez. El sentimiento creció, como prometí que no lo haría, y nuestra relación (cuál??) fue mero invento.

Hoy tomé la segunda decisión. No quiero verte durante las semanas que vienen, y quien sabe, quizás lo extienda a meses. Fuiste sincero, no te lo negaré nunca, pero a veces la extrama franqueza, no vale más que un poco de tino al actuar.
Siéntete orgulloso de tu don, pero no olvides que a ratos es sólo desventaja.

Voy a dejar de lado este tiempo, la ilusión que corrió más rápido en mis venas, y a mirar hacia un lado que resulte más favorable.

Eliminé todo rastro de ti, te dejé, y no para un mañana.


*Quizá no es una reflexión propiamente tal, tampoco una narración a modo de ficción. Es sólo lo que siento y quiero expresar.. y quise compartirlo con ustedes