Es aquella figura
la que produce en mi
el deseo de acabar
con la vida
tan cara para mí.


Es aquella silueta
tan lejana de mí,
la que desea matar
la que desea acabar
con la figura
figura estéril
de la potranca zaina,
de la dulce quimera,
del cielo estrellado,
del mar infinito,
del zarcillo de mierda.


Aquellos son solo cielos para mí.
Se trabaja a un ritmo infernal,
se desea,
se ama,
se traduce,
se produce…
se deja de ser,
se vuelve a crear,
se quita y se desquita,
se siente y no se siente,
se pudre y se huele mal.

Es así que será por siempre,
porque no se puede hablar
porque no se puede uno equivocar,
porque todo está mal hecho
y la vida sigue, sigue sin parar…


Dejad que el invierno produzca sus frutos,
dejad que la verdadera música suene de nuevo, igual…


Dejad que se sienta en oriente
el deseo de volar,
hacia Dios, todopoderoso,
imagen de un coro celestial,
es dios y nada más,
es el canto de los cielos celestiales,
del poder dejar de ser y de estar,
es quizás el ser supremo,
pidiéndonos sus cuentas ,
sus grandisimos hijos,
no han cumplido la tarea,
se han dejado llevar,
por el maldito diablo,
por la sofocada tempestad.

Cielo de los cielos,
corona de los mares y los vientos,
ancheta de dios de dios,
de luz de luz,
volved por tus fueros y potras de nuevo, respirar…


Es en el silencio
silencio un tanto sepulcral,
donde dejamos hecho en ecos
la imagen de deseo,
la temida furia del desdén.

Es el silencio de donde nace el bien,
es en el silencio donde yace tu nombre,
paloma celestial, diosa argentina,
de vida sin colores.

Es en el silencio
donde pronuncio varias veces,
tu nombre. Es necesario,
acaso, leer de nuevo el réquiem?
o solo importa que ella sea muy pesada,
y que Lennon haya sido tan largo,
al expresar lo inexpresable,
al tratar de decir,
que yoko era muy pesada… de nuevo pienso,
de nuevo pienso que Yoko sí era muy pesada.
Pobre Lennon,
pobre el diablo, dirían los evangélicos,
evangélicos de mierda.


La alegría vuelve a aparecer,
es simplemente que allá se aproxima
el viejo sol, aquí viene el sol…


Querida mía,
simplemente te quiero decir,
que de ahora en adelante
esperaré de nuevo el sol,
y así podré decirte que te quiero.
que te amo, que todo está correcto.


Ha terminado el invierno y
aparece el sol y todo está bien
y tu y yo decimos ,
que todo está bien
y que el sol
se apresura a venir, nena…


aquí viene el rey sol y todo está bien y todo está bien…


Porque el cielo es azul y me hace llorar,
porque todo está bien y nada está mal,
porque te quiero y te adoro,
porque todos nos queremos
y todo sigue siendo así.