I

En estos momentos de tensa calma
puedo respirar el aire juvenil
de algunas melodías, que como las musas,
vienen y se van;
quisiera acompañarme de un amigo,
tomar un trago, tal vez dos
y poder gritar a los cuatro vientos
mi desconsuelo de no poder ver
el dulce, el dulce mar…



II


Se que Alex está viviendo a esta hora
el dulce mar
como quisiera estar allá
y poder así conversar
con Alex, la brisa y el gran mar…



III


Los tres somos amigos:
Alex, el muchacho del mar;
Jaime, el negrito parecido a Memín
y yo, el grande, en sufrir
por amor…
Alex y Jaime son mis amigos
pero más amigos del mar…



IV


Algún día nos encontraremos
y volveremos a reír, a gozar, a cantar
las melodías
en el dulce y ancho mar…



V


Duro es dejar a los amigos,
pero me conformo de nuevo
pues el dulce y ancho mar
me espera y algún día
podré escapar
adentrarme en el mar.