Whisky y cerveza. No se cuantas veces me han reventado la cabeza y quizás cuantas cabezas he reventado por lo mismo. Noches de Humo, noches de nada mas que empinar y empinar la copa una y otra vez. A veces enojado con uno mismo lo único que hacemos es auto compadecernos y tratar de reventar un viejo cliché de película y ser uno mas de todos aquellos que nos perdemos en el bar del centro o la puta de la esquina.

Hace poco creo que me di cuenta que tal vez el hecho es que nunca saldré de acá. Los sueños, por muy pequeños que fueran se han ido apagando y lo único a lo que termine aspirando es a alguna caricia perdida por ahí.

Cuando ya no tienes mas que probar...de verdad, lo probaste todo, que puedes hacer. Ya nada te llena, el escribir mas que dejar un legado es dejar un epitafio y el testimonio de cómo nos fuimos apagando. El rock lo único que ha hecho mas que levantarme, es patearme en el suelo día tras día por la cobardía de no haberme entregado a azotar las cuerdas en algún clandestino de por ahí.

Por eso, solo uno mas en uno de los tantos bares. Un destino mas sin terminar. Recuerdo de niño los bailes a los cuales me entregaba. Creyendo que aquella etapa no terminaría mas, cuando mi primer beso, no me dejo dormir en toda la noche y cuando el segundo me provoco erecciones que nunca terminaron.

De verdad que creo que prefiero ser un conchesumadre que por lo menos caiga mal, que un chascón en blanco y negro que camino al lado tuyo y no te provoco nada. Que dios o quien sea, me despierte.

Y prefiero sentarme a la izquierda de cualquier demonio que a la derecha de quien se dice nos dio la vida. Ya creo que es tiempo de un poco de rebeldía de mi parte y si las oportunidades no me las hice llegar, será que de alguna manera asegure un trono.

Whisky y cerveza, de verdad...cuantas veces han reventado mi cabeza, cuantas mas lo harán. Al paso que voy, quizás muy pocas veces mas.