A veces te recuerdo, ¿sabes?, cuando tú duermes y yo juego en el jardín. El viento deshojado envuelve al atardecer, como antes, ¿ves?, como las veces en que escribí en el diario de vida (si, el que tiene la cinta azul) y perdí la noción de tu pulso en mis sueños.
Te tomaba de la mano y corríamos, mientras el viento nos desordenaba el cabello y las risas se abrazaban bajo el sol, el corazón inquieto tiritando en el pecho; tiritando de amor, chorreando el "entrever", la realidad a oscuras, la mirada colgada a la velocidad de nuestros pasos (descalzos).
Acariciar: tu frente, tu nariz,tus mejillas, tu cuello; Tocarte... es cariño fraternal, ¿verdad?
No digas lo que la mente aún no asimila, pon tu dedo sobre mis labios y guardemos silencio... guardemos la amistad, la ilusión, el tiempo, los roces, los versos... la vida.
Cuando llovía, corríamos entre los techos esquivando el agua, agitada por la carrera, con la nariz roja por el frío, con la bufanda compartida atrapando suspiros tibios; Comenzó a nevar y pedí un deseo.
"No te quiero sentir más de esta forma".
Creo que era la única manera en la cual te podía sentir; no me di cuenta cuando ya era todo tan distinto...
A veces te recuerdo, ¿sabes?... |