No puedes. No mas. Simplemente no puedes.

Te duelen las costillas y te aplastan los pulmones. La congoja presiona tu pecho. Te arde el estomago y se forma un nudo en la garganta, que te hace sentir tan enfermo que quieres vomitar.

Quieres vomitar para poder ir a casa, a tu cama; y ahi, solo encogerte y morirte.

Morir. Morir solo un poco hasta que no importe el que sigas viviendo. Morirte un poco para llegar a un mundo vacio y maravilloso.

Un mundo que fue entonces pero ya no lo es ahora. Donde solo estabas tu. Solo tu y tus padres .
No ella y tus padres, que no seran nunca mas tuyos.

Luego te das cuenta que es estupido, por que, aunque volvieras, nada nunca seria igual.

Entonces quieres ir al presente que hubiese sido si hubieses hecho lo que sabias que ebias hacer. Si hubieses hecho lo que habias nacido para hacer.

El amor impalpable. Aquella similitud intrigante con dos hombres a quienes conoces lo sufientemente poco como para que fuera suficiente.
A los que te pareces.
Aquellos que te dan miedo.
Podrias amarlos.
Pero no lo haces.
Y es probable que no lo hagas nunca.

Y tus amigos no esta. Y no quieres estar nunca solo por que te roban la soledad y no te dan compañia.

Y vuelve otra vez. Y el dolor del pecho empieza a hacerse mas pesado. Te sientes tan mal que quieres morirte.

Y lo haces. Una y otra vez, mueres poco a poco hasta que no quede nada que matar.

Por diez años
Y es todo culpa tuya