Inicio / Cuenteros Locales / pus / otro menos
Se arrastró, para envolver su cabeza en giros de humo, vapores maquinales y sonidos de trueno,
silenciando la monstruosidad de la amarilla mole con el suave y sensible crugido de su craneo.
Sintió...claro, pues cayó vivo al asfalto y se mantuvo asi hasta despues del impacto, perdiendo el vertice pero no su cuerpo.
Las carnes se entregaron abiertas como una flor a la muerte, de la forma mas pura y natural entre suicidios y decisiones.
Fue como enfrentar el agua desde la altura, pero al momento de caer, la simpleza tanto en el impacto como en la situación disminuyeron la magnitud de sus planes, transformando el eventual hecho personal en la simple eliminacion de otro individuo de la masa. |
Texto agregado el 24-05-2006, y leído por 119
visitantes. (0 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|