Después de días agotadores de mudanza al piso nuevo llega el primero donde por fin se ve con ganas de poder descansar. Han sido 15 dias de traslados, muebles, cajas pequeñas, cajas grandes, hijos, marido, en fin todo lo que supone una familia y claro ha pedido unos días en el trabajo para poder dedicarse a arreglar el futuro hogar. Solo los ha pedido ella porque según su marido a el no se los darían, no pueden prescindir de el.
Para montar los muebles contó con una pequeña ayuda de algunos familiares, otra cosa fue colgar cortinas y lámparas que le toco a ella, pero como se le da bien, claro pues no se cuestiono quien las pondría.
Las cajas fueron punto y aparte le llevo mas de una semana poder arreglar los cuartos de los niños entre ropa, trastos, juguetes y demás cosas escolares.
Lo siguiente fue la vajilla, cristalería y cubertería que nunca se usa pero siempre tiene que estar hay, con la sorpresa casi normal de varias piezas rotas y algunas desaparecidas.
Y ya por fin cocina y dormitorio de matrimonio, pero como solo quedaba eso le llegaron los instaladores del aire acondicionado que supuestamente no mancharían nada. Nada que no se pudiera limpiar claro, porque lo que se dice finos en el trabajo no fueron. Empezaron colocando uno en el comedor por lo que hubo que tapar todos los muebles que estaban recién encerados si no quería volver a repetir la operación. Siguieron por el pasillo que se lleno rápidamente de polvo y por ultimo el dormitorio que por supuesto, como no iba a ser menos igualmente se lleno de polvo.
Una vez finalizada la instalación de los aparatos a pagar y que por fin desaparecieran dejando algunos desconchones en las paredes para poder entretenerse en tapar y pintar de nuevo, pero… ella puede con todo y lo arregla lo mejor que puede, tan bien que ni se nota.
Finalizada la tarea del traslado y una vez instalados lo primero es invitar a la familia, justo al día siguiente de terminar, no sea que se ensucie la casa y ya no este bonita.
Armándose de valor prepara una comida familiar, no son muchos, solo 16 pero como suele ocurrir la comida se alarga hasta la cena y luego como se van a marchar sin cenar pues nada se hace cualquier cosilla y ya esta vedad cielo? Y el cielo ya esta en el infierno pero… se prepara.
Un día mas y a recoger todo lo que se ensucio que no fue poco y además rapidito porque hoy toca el turno a las amistades. Una pequeña merienda de picoteo y algunas copas para inaugurar la casa tan bonita que les había quedado, merienda que por supuesto como el día anterior se convierte de nuevo en cena y gracias a que es domingo y hay que trabajar el lunes no se retiran tarde.
Por fin llega el lunes. El martes comienza de nuevo su trabajo y ha conseguido tener todo a punto. Sobre las doce termina de recoger lo del día anterior y prepara la comida para cuando llegan los niños (el marido come fuera, menos mal). Comen y de vuelta al cole y… tranquilidad no se lo puede creer, se va a dormir una siesta como nunca, su cuerpo se lo pide a gritos y en eso esta cuando unos tremendos martillazos le hacen botar de la cama sobresaltada. No puede ser, no lo puede creer, los vecinos de enfrente comienzan ha hacer obras de reforma, imposible.
Poco a poco comienza a encontrarse mal, siente como que le falta la respiración se ahoga y le tiemblan las manos, el corazón parece que le sale del pecho por la velocidad con que se ha puesto a latir, las piernas le tiemblan se queda sentada en el sofá, no puede levantarse y todo comienza a dar vueltas, como puede coge el teléfono y se pone en contacto con su marido, se cree morir, no sabe que hacer y esta nerviosa.
Cuando llega su compañero y la ve se asusta y rápidamente la lleva al hospital. Allí le hacen pruebas y toda clase de preguntas mientras le dan algunos tranquilizantes. A las dos horas de regreso a casa con una medicación en la mano, un agotamiento que le impide hasta hablar, un diagnostico de síndrome de ansiedad, y un marido al que escucha como lejano: tu tranquila, si esto se pasa rápido y es que las mujeres no aguantáis casi nada, una simple mudanza y te da un ataque grave de ansiedad, tampoco ha sido para tanto no?
Al día siguiente ante la incredulidad de su marido se marcha a trabajar, no quiere coger la baja porque realmente hay es donde estará descansada. La vuelta al trabajo esta llena de alegría, aunque va un poco zombi por las pastillas. Nunca se ha alegrado tanto `por volver de vacaciones… pero, ¿Y el día de descanso?
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