En esta mañana el desosiego de mi alma te menciona,
Te llama ansiosa, busca tu boca,
Y confunde con prisa las frágiles horas,
Eternas amigas de tu invisible sombra.
El cielo se despeja,
El sol nos empieza a bañar,
Más a pesar de la brisa,
Hoy no te quiero olvidar,
Dejaré a mi mente tranquila,
Pensar que te puede pensar,
Te empiezo a extrañar, mi vida;
Me pregunto donde estarás.
Espero pronto, mí bien,
Volverme en tus brazos a envolver,
despertar antes de que empiece a amanecer,
y verte dormir, mi dulce querer.
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