Ante un bello poema de Maravillas sobre la miseria.
Hoy leí un artículo muy conmovedor y lleno de esperanzas. En resumen decía lo siguiente: Las 250 Empresas más grandes del mundo han puesto en su agenda de trabajo la asistencia desde lo social, educacional y cultural, para atender a las grandes mayorías miserables de esta tierra. Sin ver la lista, debemos imaginar a esas compañías que han hecho pingues negocios con los elementos de la naturaleza (Petróleo, Carbón, Minas, alimentos, fármacos, armas, servicios y servicios contratados por los Estados, medios de comunicación etc. etc.)
El artículo resulta conmovedor, aparentemente. Sin embargo, en mi pensamiento cundió varias consideraciones a saber:
Hasta ahora, nadie lo ha contradicho; el fin supremo de las compañías, es la utilidad. Maximizar a las mismas sin tener nada superior a ello. Es lo sagrado. Los Señores Gerentes y colaboradores saben qué para mantener sus puestos con suculentos haberes (millones de dólares) deben respetar a rajatabla ese valor a riesgo de perder su cargo.
Los Gobiernos del mundo, nunca controlan esas ganancias superlativas. Las empresas se arreglan entre ellas para regular los precios. Por otro lado los desastres del impacto ambiental lo sufre y lo pagan los Estados con los fondos provenientes de impuestos que paga el pueblo.
Esta es una reflexión, no tengo soluciones por supuesto. El Occidente sobretodo se ha organizado y prospera con este sistema, cada vez más cruel, y que nunca ha contemplado los daños emergentes, por supuesto en complicidad con los Gobiernos de turno qué nada controlan, agregado a qué con los impuestos que recaudan poco vuelven en alimentos, salud y educación para los más necesitados. La miseria continuará no obstante esta iniciativa tan a destiempo de los dueños del mundo.
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