A veces no vivimos, solo existimos…no tenemos pasado, ni raices; no tenemos historia, ni hacemos historia. Solo nos dedicamos a rutinas ajenas de emocion y sentimientos; a vivir un mundo en el ke nada nos satisface, ni nos fatiga. Kada dia nos mecanizamos mas y nos endurecemos de orgullo por el miedo ke supuestamente nos amenaza segundo a segundo.
Por eso parece necesario defendernos, alejarnos de lo ke nos parezca peligroso, volvernos de hierro, parecer impenetrables y no kerer arriesgarnos a la felicidad. Y asi; sin kerer, nos alejamos de lo ke de verdad necesitabamos, nos vamos matando poco a poco, nos vamos asfixiando en la soledad; descuidamos a los pocos ke nos kerian y los repelemos… nos vamos kedando solos (acaso nos gustara sufrir).
Y asi cada nuevo -pero no distinto- dia; llenos de estupida angustia y esperando agazapados el dia ke alguien nos venga a traicionar. Gastamos el tiempo en llorar, en kejarnos, kreando escudos contaminados de venganza, y buscando la manera de reirnos de akel ke nos kera dañar.
Y asi se nos akabo el tiempo. Se nos paso la vida. Nos dejo atrás. Fuimos incapaces de algun dia decir “te voy a exar de menos”, ni sikera un “hola, como estas?”, nos dejamos aislados; esperando ke uno arrolle y el otro ceda. Acostumbrados a esperar. A ser felices a partir de lo ke nos regalan; Incapaces de dar. De decir sikera “te amo”. Traicionamos a todos los ke kisimos, y ahora keremos ke alguien nos venga a ayudar…