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Ultima delusión
(Sueños video-jugables)

Autor: Shinta

Infinitos acordes de guitarras flameantes acompañados por destellos infernales de emoción, ambientan la animadversión hacia los sentimientos y a la creación misma de la humanidad; bienvenidos a mi mente, soy Cloud.

Soy mi propio alter-ego y esto es lo que es de mí. Vivo en Nosgorth ciudad impulsada por energía directamente extraída de la tierra, la llamamos “Mako” pero su uso esta matando el planeta y parece que sólo yo me doy cuenta de ello y de la plaga que representamos nosotros como seres humanos… si alguien lee esto y lo comprende, por favor búsqueme.

- Cartel pegado a una de las tantas calles de Nosgorth, la ciudad del “balance” -

El planeta, llama, pide… auxilio, tal vez debo encontrar a este Cloud… pero ¿Cómo?, piensa el pequeño e inútil Andrés mientras deambula por las calles de Nosgorth, él siente desprecio por la humanidad, por sí mismo; solo llora cuando piensa como la razón humana es una excusa para crear una civilización sobre la naturaleza, destruir vida para construir sobre ella, como un virus. Ha llegado la hora de detenerlo.

Lo más lógico que puede pensar este patético personaje es seguir el patrón de carteles y mientras lo hace recuerda a su mamá, de seguir estos pasos, debería dejar todo atrás, incluyéndola.

Al final de su largo camino encuentra un sucio callejón y, al final del callejón, un aún más sucio vagabundo, envuelto en una elegante capa negra

¿Qué buscas pequeño miserable?, pregunto el vago
- a Cloud- Firmemente respondió aquel pequeño, a lo que el vago replicó
¿Y quién demonios eres? Trozo de escoria humana.
- soy Andrés, creo que hay algo malo en la humanidad, sé que esta mal y aparte de mi madre, no tengo nada que perder.

El vago se levantó y abrazó a Andrés dentro de su capa y el pequeño entró en un letargo de inmundicia.

Cuando despertó, se encontraba en una parte remota y escondida de la ciudad, Los pilares de Nosgorth, cada pilar representaba una cualidad que mantenía en estabilidad al mundo, y cada uno tenía un guardián que poseía esa cualidad: Dimensión, tiempo, muerte, espacio, materia, energía, oscuridad y balance que los equilibraba a todos pero, esos guardianes se habían ido y los pilares se habían deteriorado.

Entonces escuchó la voz de vago –soy Cloud- miembro de un grupo llamado “Avalanche” todos mis compañeros han muerto de una manera horrible y dolorosa sólo para descubrir lo que tus ojos ven, mi valiente amigo.

Los guardianes de los pilares se han corrupto, seducidos por Shin-ra Inc la compañía que provee de energía tú ciudad. De ellos ya no queda ninguno y sus almas le dan poder a la máquina que esta secando al planeta y no hay nada más que yo pueda hacer. El mundo yace indefenso y la única esperanza es una leyenda: Oberas, el arma de la tierra que duerme y cuando despierte el balance será restaurado.

¿Te rindes así nada más? Preguntó exaltado Andrés, la muerte no es el final, es un comienzo y además la humanidad completa ya también esta corrupta. Nuestras almas no pueden siquiera encontrar el descanso después de la muerte, sino que deambulan esclavizados sirviendo a la causa por la que murieron, como le paso a estos guardianes, como nos pasara a tí y a mí. Hay que terminar con esto y darle a la vida un descanso, un reinicio.

Cloud cayó sobre sus rodillas, y llorando tomó la mano izquierda de Andrés, te daré la “segadora de almas”, no te conozco pero confió en ti, esta arma no es más que mi propia alma, es una espada espectral capaz de destajar el espíritu de los hombres y despertar a Oberas

Así, el cuerpo de Cloud murió también, y una energía invisible se quedó en el brazo de Andrés, quien no tuvo tiempo para pensar cuando la voz, ahora en su corazón, continuó – mi cuerpo solo fue un débil frasco, pero ahora puedo guiarte, esto no es una posesión, es una fusión en la que puedo tomar mi mas poderosa forma a través de ti. Lejos al norte, completamente escondido se encuentra la catedral avernal, allí encontrarás la forma de despertar a Oberas, corre, mientras estemos fundidos nunca te cansaras.

Sabiendo que no volvería, Andrés se despidió de su madre en un sueño y partió, solo por instinto sabía que tal vez y sólo tal vez, si lograba su cometido, su madre encontraría la paz. El tiempo perdió sentido para él momento en que las puertas de la catedral se abrieron ante él gracias al poder de la segadora. Dentro de aquel desconocido lugar estaban los guardianes de Shin-ra inc quienes protegían la catedral; en lo más profundo de su repugnante escondite se encontraba el portal que llevaba al reactor que succionaba energía de la tierra y tal vez estaría aún Oberas quien era prevenido de ser despertado.

Andrés lucho valientemente, sus largos cabellos ocultaban su mirada y la Segadora de almas le daba habilidades nunca antes vistas por otro ser humano, consumir almas, las de los guardias fueron las primeras en aquel acontecimiento, alimentaron la fuerza de Andrés. Cada alma que consumía le curaba las heridas causadas en los mil días que transcurrieron en batalla, una batalla bien ocultada por Shin-ra Inc del público para mantener bajo control a la sociedad ignorante de todo lo que estaba pasando con el mundo, todo esto mientras Andrés lograba llegar al portal.

Adentro, sintió una extraña sensación de desplazamiento y se encontró con la más horrible de las visiones, el reino de los demonios. En él vio cómo los guardianes muertos de los pilares drenaban la energía misma de la tierra dirigiéndola al reactor que la envía a la ciudad como simple energía eléctrica. Entonces su presencia fue reconocida, La guardiana del balance, Ariel le hablo mientras mantenía a Oberas dormido.

-Vuelves de nuevo, no- dijo Ariel, -tú eres el único que puede liberarnos-
¿De nuevo? Pregunto Andrés, entonces su brazo le dolió como si todos sus músculos se revelaran y recordó “soy mi propio alter ego” Cloud es una proyección de mí mismo, soy el último suspiro de esa terrible ilusión, esperanza.

Ariel respondió algo peor: mientras estemos corruptos, Shin-ra inc nos tiene y nos obliga a hacer esto, somos sus esclavos hasta que consigamos el descanso eterno, nos tiene atados por nuestra ambición por la cual fallecimos, y; como sabes, las almas ya no se van al infinito, sino que deambulan victimas de su corrupción, pero secretamente deje escapar una parte de Oberas, el poder de segar almas, ésta se convirtió en hombre para buscar a quien escuchara al planeta para fundirse con él y nos liberase. Eres tú, libéranos y el guardián del balance estará listo para su verdadera encomienda.

Y así Andrés con la segadora, consumió a los espíritus de los antiguos guardianes de los pilares en la espada, quedo imbulada por esta unión dándole al filo espectral su más poderosa forma, el espíritu, libre de toda corrupción, y con ella, Oberas fué despertado.

En Nosgorth hubo un fuerte temblor, de la tierra. Oberas, la criatura más hermosa concebida, se levanto y de su boca, fuego divino salio dirigido a los cuarteles de Shin-ra cruzando aquel mundo llamado Nosgorth, destruyendo la corporación inhumana que ideo todo esto, vengándose por la prisión de sueño al la que fue condenado, su conciencia es tal, que sólo con abrir los ojos podía enterarse de todo lo ocurrido por medio del corazón de los hombres. De los escombros de la alguna vez, base principal de la corporación, un demonio “Firebrand” se levantó, riéndose voló con sus alas de fuego para tomar a Andrés y decirle, muy cerca, en el oído, -Soy Firebrand, yo idee todo esto. Entraste a mi reino y lo destruiste, me impediste regir el mundo y ahora Oberas lo destruirá todo en cuanto queda.-
.


¿Qué quieres decir? Dijo Andrés mientras era completamente golpeado por aquella bestia.

-sencillo, Oberas no quiere corregir el error que representa la humanidad, quiere destruir el mundo entero, esta hecho para destruir la vida, suprimir el error que fue conferir el regalo de la vida a quienes no pueden entender el significado de la misma, o por qué crees que dormía rodeado de demonios en aquella dimensión.- Andrés atravesó al maldito con la espada espiritual, que libre de toda corrupción lo purificó de todo mal, una lágrima de Firebrand bastó para que Andrés finalmente comprendiera. Recordó las palabras de Ariel “El guardián del balance estará listo para su verdadera encomienda” Firebrand. Antes de ser consumido por la segadora le dió a Andrés un último don, alas infernales, y así también desapareció. Entendiendo los alcances de su maldición grito: únicamente yo, sólo, puedo terminar esto.

Oberas estaba cargando gran energía para su ataque final y Andrés voló, directo a su corazón atravesando su pecho con la segadora, el impacto, purificó su corazón y aquel poder aniquilador, devolviéndole el balance a aquella bella criatura y el ataque cambio; el impacto consumió todo el planeta, pero no lo destruyó, liberó de corrupción convirtiéndolo en energía que, no se crea ni se destruye, se transforma. Así el planeta se reconstruyó sobre el último deseo de Andrés para la humanidad… Armonía.

Texto agregado el 23-05-2006, y leído por 137 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
24-05-2006 .... ? purpurinagirl
23-05-2006 muy buen cuento y muy creativo... tienes mis *s Mewpher
 
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