HELENA DE MI ALMA.
Te preguntaras acaso la causa de este canto?
Y tendré que ser sincero si niego solo uno de tus embrujos,
Diosa terrena, Helena de Troya, no te das cuenta de tus encantos,
Es sencillo, toda tu belleza llega a mi vida en delicados manojos.
Provocadora de una guerra o fruta de un rapto,
Eres la perfecta provocadora de mis únicos sonrosos,
Quisiera sin embargo en uno de mis actos,
Robarte eternamente y de amor establecer un pacto.
Morir si es preciso bajo el yugo de tus brazos,
Soñar bajo el talle de tus senos, con el ruido de los truenos,
Besar todo tu cuerpo, humedecer tu cuello y morder tus labios.
Oh. Mi Helénica amante tienes el poder en tus manos,
Eres mi talón, ó eres mi ambrosía, si decides por ejemplo, aunque sea por un momento,
Helena de mi alma, cambiar de patria, seré el Paris acertado para amarte hasta el cansancio.
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