¿Quién sabrá lo que es perder?
Yo lo descubriré.
Te vas.
Y el alma sufre.
Y el corazón desangra.
Los labios añoran.
Mis manos buscan incansables
la tersura de tu piel toda.
Los ojos lloran
lagrimas amargas,
extrañando la majestuosidad de tu mirada.
¿A quien quiero engañar?
Simplemente te voy a extrañar.
Cuando el alma vague solitaria
por los oscuros senderos de la noche.
Cuando en el rostro se reflejen
lagrimas de lunar luz plateada.
Cuando las estrellas griten tu nombre.
Cuando el ocaso sea largo.
Mas largas aun las tinieblas.
Y cuando al fin, para mi eterno sufrir,
la calidez del amor se vuelva eterea
hasta confundirse con la niebla.
Hasta que la luz regrese.
Hasta que vuelva a verte.
He o no de caer en el olvido,
solo el tiempo lo sabrá.