¿Orgullosa te sientes de tu lejania?,
que paciensia maldita quieres que tenga,
pero ¡ojo!, no esperes faltas de arrebato,
más de alguna me consolara en tu espera,
y claro, es cierto,
cerrare los ojos y por algunos segundos te soñare,
te imaginare en su fragancia,
en su sonrisa.
El ruido de la ciudad me despertara,
y te admirare en otro cuerpo,
aquel que no es tuyo y esta junto a mi,
como te llorare,
como me engañare con esa que no eres tú.
Luego caminare y vivire,
en mi lucha insesante por no llamarte,
por esperar tu mirada,
y de algun modo sobrevivire en mi orgullo.
¡No esperes que te siga!,
pues bien me doy cuenta que aunque te amo,
más amo la vida de aquel que estara junto a mi, por el resto de mis días.
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