En estos tiempos ya nadie se atreve a soñar, nadie se aventura a buscar cosas diferentes. Ya no existen cuantiosos casos de solitarios soñadores en los bulevares, sentados con una vihuela o algún papel, intentando escribir algo mas que cartas de pésame.

¡Si!, hay que globalizarse. Pero agüémoslo sin dejar atrás nuestros sueños de ser aves, de ser un caminante que va por el mundo descubriendo nuevos caminos y algún nuevo estilo de vida.

Busquemos una forma distinta de sobre vivir.


Alguien quiere seguirme? Voy a recorrer en mundo junto a unos versos que escribí hace más de un año, llevare conmigo una pluma y una cajetilla de cigarros. Llevare también la foto que delinee imaginando la mujer de mis sueños, talvez la encuentre.

Aquí nadie esta apenado por mi expedición, acepto tomas, mi fiel perro que parece estar afligido por mi partida; lo sosegare con un par de calcetines sucios y apresurare mi expedición.

Algunas noches me adormeceré bajo el cielo, me are un espacio en esas arboledas de otoño. Algunas veces lo are en la casa de algún viejo solitario. Se que también abran noches en el que dormiré en lujosos hoteles o en alguna taberna; pero siempre despertare.


Por el mundo averiguare paz, amistad, un vicio que no sea dañino, y a la mujer de mis sueños, la llamare soledad por si no tiene nombre. Disfrutare cada instante de felicidad, escribiré cada vez que encuentre un espacio perfecto para hacerlo. Llorare cada vez que encuentre el mar, me are un reportaje mental de toda mi vida y llorare recordando cada instante de sobre vivencia; pero después me levantare y seguiré caminando, pensando en que aún queda mucho que recorrer.

Algún día retornare, tal vez traiga conmigo a la mujer de mis sueños, o simplemente regrese con los hombros vacíos; pero tendré el alma repleta de felicidad. Tendré toda una novela en mí, y cada vez que quiero leerla, solo tendré que soñar.

Viví mucho, hasta invente una nueva forma de sonreír, lo noto calor mientras oía la leída de mi novela. Enseguida pedro me pregunto -¿ahora que aras? a lo que respondí: “solo tengo 80 años, aun tengo mucho por recorrer. Mañana emprenderé otra aventura; solo vine a ver como seguían todos”