Esnifaba todo el amor me inyectaba todo el dolor, pensaba que te amaba noche a noche me domaba, esa droga de diseño que fue mi dueño. Buscaba por la noche, el calor de aquél estuche de forma rectangular con jeringuillas para inyectar. Venas drogadas mil sueños de hadas. Despertaba sin el dolor. Me sentía volar en medio del sabor de aquel cantar No sabía si drogarme o simplemnte perderme. Droga de diseño la muerte mi dueño.
Texto agregado el 21-05-2006, y leído por 183 visitantes. (5 votos)