vuelve, sin preguntar cuando ni porqué,
sin preguntar si te amo o si te extrañé.
Vuelve simple como en las palabras,
simple como las ganas de volver...

Vuelve sosteniendo al pasado entre tus manos,
caminando al reencuentro, entre tus pasos,
con tus ojos cansados del olvido,
con tu mirada tan actual como hace un siglo.

Que vuelva el bello campo de mujer dado,
que sus huellas borren el camino recorrido
para que no vuelva a irse nunca,
para que sus pasos sean presos de los mios,

y cuando el espacio se abra para darte la bienvenida
algún viento robara una lágrima definitiva;
por si vuelves para irte jamás,
o simplemente por si vienes y te vas.