Cada mañana al despertar,
enviò a Dios una oraciòn,
y le pido me pueda perdonar,
por fallar en màs de una ocasiòn.
El que diga que no ha pecado,
se dice que es un menntiroso,
èl sòlo se està engañando,
y jamàs tendrà en su alma, gozo.
Por eso empiezo con el perdòn
y despuès con el agradecimiento,
para llegar a sentir una paz interior,
y poder pedir a Dios en ese momento.
Le pido por mi esposa,
para que sea siempre mi apoyo,
tambièn pido por mis hijos,
y por los hijos de todos.
Ruego por el enfermo,
por la persona que està presa,
por aquellos que sabemos,
que su pena mucho pesa.
Por el que duda de Jesùs,
por el que confìa en èl,
por los que no pueden con la cruz,
y por los que lloran tambièn.
Y cuando he pedido por todos,
y me quiero despedir,
parece que èl me dice,
y nada pides por ti.
Sòlo te quiero pedir,
mi Dios,en este instante,
que me ayudes a seguir,
el camino que me trazaste.
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