Existía una pequeña hormiga, la cual era muy aguerrida y no temía a nada ni a nadie, las otras hormigas le respetaban, pues ella se enfrentaba a cualquiera por fuerte que fuese y eso causaba la admiración de todos. Pero un día la pequeña hormiga se topó con un gran oso la cuan casi la aplasta, la hormiga vio hacia el oso y por primera vez se dio cuenta de que no siempre podría vencer a quien fuese, aunque tal pensamiento no detuvo a la hormiga, pues esta se subió al cuerpo del oso y fue arrancándole pelo por pelo, luego le comenzó a morder la piel hasta que logró una herida que se infectó y finalmente el oso murió, la lucha con el oso duro años pero al final la hormiga fue la vencedora, siendo un enemigo que no se notaba, que fue deteriorando al oso poco a poco, con astucia y determinación, tal cual una partida de ajedrez en la cual ambos contrincantes comienzan igual, y aunque no se note un simple peón es una victoria. El deterioro continuo e invisible es la estrategia que usan los enemigos débiles e incluso algunos fuertes para ganar batallas. Es más fácil tumbar a un gigante con muchos golpes pequeños que con dos golpes muy fuertes. Algunas veces nadie se da cuenta, incluso grades masas de gente pueden verse víctimas de una guerra silenciosa que al fin de la guerra se darán cuenta de todas las batallas que perdieron, pero mientras éso sucede no se percatan de nada y siguen perdiendo una guerra que existe sin estar presente. ¡PIÉNSALO! Y que no te pase lo que al oso jaja.