¿Por qué las personas se empeñan en ser aguas poco profundas?
No se dan cuenta que no hay mejor sensación que sumergirse en la profunidad de los abismos, los resquicios de la mente.
Ahí, donde solo flotas, y te transportan corrientes a lugares lejanos, jamás imaginados.
El roce del agua enchinando la piel, ideas mencionadas por primera vez.
Sumergir todo el cuerpo, silencio profundo, y luego asomar la cabeza, regresar al calor.
El agua golpeando las rocas, elevando el tono de la voz.
¿Cómo han de verse los corales de fuego, si no es mar adentro?
¿Cómo han de inventarse mundos, si no es en lo más íntimo de la conciencia?
Muchos se asustan de aguas turbias que no permiten ver el fondo, mas son tontos, pues no dan el paso, no arriesgan nunca su supuesta tranquilidad.
Es que no saben que ahí abajo se esconden las perlas, se niegan la oportunidad de asomarse a lo desconocido.
¿Qué hay de los ríos que se llenan en temporada de lluvias?
Compañia transitoria, viene y va. Llena de fuerza a ratos, árida y muerta en otros.
No logro entender aún como invocar a la lluvia para que llene tus caudales y los haga relucientes al sol.
¿Cómo voy a querer adentrarme en las aguas que me ofreces? Si tus palabras revelan rocas enmohecidas de un fondo demasiado cercano, que no va más allá de las rodillas.
Sueño con encontrar un manantial, fuente de inspiración constante. El día que lo encuentre en mi camino, jamás podré dejarlo.
Mares que cuando en calma reflejan el contorno de la luna, y que cuando se inspiran arrebatan el aliento.
Sólo en grandes caudales hay aguas turbulentas.
Sólo aguas turbulentas desatan grandes pasiones. Y sólo de esas pasiones se alimentan las almas cantarinas.
¿Cómo enseñar a quién no sabe a dejar las tonterías a un lado?
¿Cómo enseñar a un sordo a escuchar los pensamientos? |