En esta noche nada me importa.
Ni el cielo, tachonado de estrellas.
Ni un grillo que canta en el inmenso silencio.
Ni esa pareja de enamorados que camina por la vereda de la mano,
Mirándose profundamente a los ojos, adivinando
El uno lo que desea del otro.
No me importan mis obligaciones,
No me importan mis problemas, que
A pesar que no lo parezcan allí están.
No interesan mis bajones, no quiero recordarlos.
Hoy perdí la identidad, no se mi nombre,
Mi dirección, mi barrio, mi ocupación.
Hoy no sé de pasados felices compartidos entre dos,
Ni de finales tristes igualmente compartidos,
Hoy no se de recuerdos, de peleas, de alegrías
Que hayan sido previas a este día.
No sé de nacimientos, ni de muertes terribles
No sé de “felicitaciones, pasaste otro año”,
No sé de feliz cumpleaños, ni de feliz año nuevo,
No sé de insultos ni de bautismos,
Ni de sepulcros, ni de festejos.
No sé nada que no tenga que ver con vos.
Esta noche me olvido de todo lo anterior.
Hoy solo pienso en esto que me recorre el alma,
Comienza en mi más oscuro sentimiento, sube
Por mis preocupaciones, atraviesa mis defectos
Y después de descubrir mi mejor parte
(que yo no había visto), también corre por mi cuerpo.
Se desliza milímetro por milímetro por mi piel expectante,
Y la estremece. Sube hacia mi boca, la humedece.
Llega a mis ojos y los pone brillosos, casi al borde
De una lágrima, hasta atravesar mi corazón
Donde quedaste atrapado, y va a ser muy difícil
Que puedas salir...
Ana Rosa Awdejczuk Gonçalves, 17/11/97
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