No seré del todo preciso al narrar, ya que los acontecimientos mantienen tiempos indefinidos y los lugares no forman parte de lo que conocemos, éstos se encuentran en un pensar ya existente, en alguno. No manejo los términos específicos de la cuestión (me explicaron el significado de algunos, sin embargo no llegué al quid de ninguno), así que los plantearé como ejemplos sin hacer detalle; estos términos no deben hacer suponer una superioridad de vida, nosotros no los hemos adquirido, pienso que traen las mismas consecuencias a nuestro mundo; ellos hacen lo que quieren al igual que nosotros, somos la misma especie humana.

Rolan reunió elementos exactos para poder recrear cualquier situación y ser omnisciente de ella a partir de su primer punto de realidad transfinita, elementos desconocidos, pero se sabe que son de mayoría teológicos. Las recreaciones se construían a partir de la oración “qué hubiera ocurrido si…”. Usaba recreaciones para prevenir infortunios, pero de nada le servía para ese fin: podía saber lo que ocurriría en una determinada situación, pero descifró que esa situación sería única en el universo, él no formará parte ni pasará por esa.
Descartado el uso de la clarividencia, Rolan se desilusionó de la utilidad de su invento; se había pasado mucho tiempo reuniendo los elementos y estudiando las formulas para conseguirlo que se había olvidado por completo de él mismo: se vio al espejo, estaba sumamente delgado y muy sucio; su casa estaba polvorienta y desordenada. Su idea principal era la de darle un uso lucrativo al invento, por eso se esmeró tanto en hacerlo; en el tiempo de su construcción, era en lo único que se ocupaba, no se detendría hasta cumplirlo; hasta olvidó que podía usarlo para hacer negocio. Ya no tenía con qué sustentarse, lo único eran las recreaciones. Rolan se imaginó profetizando el futuro, un futuro nada posible, pero de repente muy aproximado (lo que es poco probable); sabía que el leve movimiento de un dedo (también en las imágenes de los pensares) alteraría todo el supuesto desenlace y recibiría muchas quejas de sus clientes; a él no le gustaba mucho tratar con gente, mucho menos con quejas, y además era indigno timarla.
Decidió entonces vender simplemente recreaciones, con la advertencia previa a la compra de que no serviría para vaticinios. Las recreaciones no son objetos, no poseen masa, así que las ejemplificaré como cajas; puedes abrirla cuando quieres y ver lo que está ocurriendo, también llevarla donde sea, no ocupa lugar en el espacio, mas sí en el universo. Es más, es un universo.
En su casa hizo una especie de tienda improvisada (seguía sucia y desordenada, no limpió en lo mínimo), su habitación era el supuesto taller y en la sala ofrecía su invento. En realidad la casa seguía siendo igual, solo que había pegado un papel con la palabra taller en la puerta de su cuarto y sacó todas las cosas que estaban encima de los muebles de la sala y los tapó con una sábana sucia. No era muy fácil hacer publicidad a ideas nuevas: tienen todo casi ya establecido, persiguen patrones, la creación no es cotidiana, con un tiempo indefinido las artes ya han crecido demasiado (sin tomar en cuenta lo infinito del asunto), tanto que lo normal era hacerlas a un lado, o bien entregarse de lleno a ellas a pesar de que se transformaran en exactitudes y parámetros. Puso en la puerta principal de su casa un letrero que decía “Ferj P.”, que era el nombre que usó para nombrar a las cajas, recreaciones, sin arbitrariedad que sepa. A los pocos minutos una señora tocó la puerta preguntando por el letrero (es habitual que los hombres se dejen llevar por los letreros, la publicidad es escasa ya que existen pocos productos o servicios ofrecidos útiles para la época, la mayoría los obtienen de la naturaleza); Rolan la hizo pasar a la sala y le explicó en qué consistía su Ferj P. La mujer rápidamente se animó a comprar uno; primero debía llenar un papel con indicaciones específicas, algo que para nosotros estaría lleno de preguntas como la latitud, el tiempo, la escena…, luego venía el dato genérico precedido por la oración qué hubiera ocurrido si. La señora siguió el proceso (no le gustó dicha burocracia, sintió incomodidad, pero era solo por falta de costumbre) y preguntó qué hubiera ocurrido si Urquín Marmén no moría, Rolan se encerró en su cuarto por unos tres minutos y salió con el Ferj P. listo; recreó la historia hasta los supuestos momentos antes de la muerte de Urquín Marmén e hizo que no muera; en realidad tuvo que forjar toda la historia desde que empezó a fabricarla, el primer paso recreado influía en todo el desenlace; el pasado no altera el futuro, lo hace; debía empezar como lo hizo Dios. Sin duda alguna fue comprado inmediatamente, la señora pagó a Rolan con la cantidad que él impuso; el tipo de pago no era con dinero sino con perta que es un bien similar a la sabiduría pero es material, intercambiable; era lo que más podía corromper al hombre, también existía el dinero pero no era tan valorado como el perta, el dinero era para pobres que no lograban alcanzar un poco de perta, y los pobres gozaban de enormes cantidades de dinero solo que no eran tan sabios como los demás, similar a lo que ocurre en nuestro mundo con los ricos.
La tienda fue adquiriendo más clientes asombrados por el invento que entre ellos se advertían la venta; para Rolan el trabajo siempre era el mismo, no había recreación que fuera más difícil de hacer que otra recreación, eran suposiciones del qué pasaría o más bien del qué no pasará y abarcaban un número infinito de posibilidades reales e irreales, todo es admitido, todo puede suponerse, todo puede recrearse, es como la imaginación; y aunque Rolan nunca mencionó la irrealidad algunos clientes hicieron pedidos con ese enfoque, las cajas por lo general simulaban un sistema planetario a escala reducida pero exacta, del tamaño de la nada; una de las más diferentes que hizo fue la de un niño que preguntó qué hubiera ocurrido si uno de los cuatro elefantes que sostiene al mundo resbalaba del caparazón de la tortuga en el que estaba, Rolan solo tuvo que cumplir con el pedido, el resultado parece indeterminado (algunos suponen que se ordenaron en 120º). Llegó a recrear una caja con secuencias similares a lo ocurrido, un tipo creando recreaciones –recreando- y dentro de esa recreación otro sujeto recreando otra recreación donde otro recrea que recrea, entonces Rolan se sintió parte de un juego interminable; recreó un humano leyendo un cuento basado en recreaciones, circunferencia real verdadera completa, mas no exacta.
Un problema básico era la capacidad del Ferj. P para sostener el sonido, era más débil de lo que nosotros podemos nombrar normal, por ejemplo si todos los elementos dentro generan sonido fuerte al mismo tiempo, es muy posible que el Ferj. P extinga su esencia, y dentro de los pedidos ocurrieron muchos de esos casos, es una posibilidad dentro de otra posibilidad la imposibilidad.
La cantidad de recreaciones aumentó, Rolan tenía cada vez más pedidos y la perta jamás sería mucha para él, la gente iba constantemente a pedir y pedir nuevas posibilidades, por lo general iban alquimistas, teólogos y monjes que tenían un trabajo similar al de los abogados, las recreaciones eran usadas como argumentos para sus casos; Rolan era omnisciente de muchas posibles realidades, además de la sabiduría que le daba la perta tenía todo el conocimiento de las recreaciones que hacía, sabía hasta qué hubiera ocurrido si nada existe y si nada existió.
Con el tiempo los Ferj P. fueron adquiriendo el mismo rumbo que tuvieron las artes, se crearon tantas que perdieron la atención de la gente, ya se sabían muchas y la creación se estudió tanto que llegó a ser ciencia, se trazaron las líneas estructurales (en determinados contextos puedes limitar al infinito, pero nunca deja de serlo), además eran cuestionados por algunos que afirmaban la presencia del juego a ser Dios en todas las manipulables posibilidades ya que poseían virtudes teologales básicas; todos son meros espectadores, Rolan actuaba como dios creador y como tal debía cumplir con dichas virtudes, pero en su vida de humano (lo que es su verdadera vida, lo de dios es solo su juego, aparentemente el favorito) la información llegaba sin cesar hasta de asuntos que Rolan jamás deseaba saber, consideraba que no necesariamente todo aprendizaje no era para bien, el infinito abarca todo, el infinito contiene esencia maligna, los clientes pedían más Ferj P. de color mal que cálido: muerte incesante para los de trabajo similar al militar, poder tirano para el gobernante, dinero para el avaro, mal para el malo y menores para los que ejercen el poder religioso primario…
Debido a estas transgresiones algunos Ferj P. se extinguían más rápido, no ocurría nada ya dentro de la supuesta caja pero la historia continuaba, se mantiene existente, pero de nada, solo una línea temporal más. Y a causa de las limitaciones impuestas se dejó de producir recreaciones; Rolan no quebró, solo dejó de hacerlas, tenía demasiada perta como para soportar el saber de lo que fabricaba. Los Ferj P. fueron quedando vacíos, las historias planteadas llegaban a su fin, las que más duraban eran las que tenían respeto por su misma creación; pero la gente buscaba más de las otras, de las que contienen su tiempo y su esencia para la depravación, de hecho algunas mantenían historia perversa y eran las que más caro vendían los dueños aburridos del mal; algunas personas lograron manipular y alterar historias, las alargaban y hacían malas cuanto podían, pero no era lo mismo que hacía Rolan: crear, no cambiar. Pronto los Ferj P. dejaron de existir y quedaron vagamente en ideas y ciencia, hasta que luego llegó a nada, nadie sabía de esas cosas, quedó existencia mas no presencia. Y ya que nadie quedó con un pequeño pensar del producto que se ofreció en un pasado no muy lejano, lo que llamé como cajas se reemplazó por papel, barro, piedra, lienzo, tablas, cuerpo, agua… o de repente alguien le pidió a Rolan que lo hiciera así.