Alguna vez, pude pensar en tocar tú mano con la mía, en compartirte mis segundos, mis minutos, a veces banales, a veces interesantes, presumiéndote mis dotes de modista, ridícula cantante, o inexperta para las batallas.

Ironía, pensar que tú pensaras en mí, se nos cruzaron los cables, yo no entiendo que paso, tú no entiendes que paso, son silencios de seres que no hablan mas de lo que deben.

Mi pensamiento absurdo comía de tus instintos celosos, pensaban en la consumación de lo que yo bajo mis miedos podrían ofrecerte y lo que entre dichas y sonrisas no podría confesarte.

Ironía me conoces mejor tú, que mi cama, me conoces sin haberme tocado, sin siquiera haberme mirado, sin siquiera haberme pronunciado entre lo negro y el hastió.

Ironía te he dado todas las armas para matarme en vida, te he contado mis secretos, mis lamentos, mis fallas mis dudas revestidas de lutos abandonados, se que estas sin estar, hablas sin hablar y mientes mirándome a los ojos, sin decir que te arrepientes.

Pero sabes ¿cual es la mejor ironía?, no verdad,
qué pienso en ti, a veces con dolor, a veces con hastió, a veces con duda de lo que no hago, a veces con valor de enfrentarte como el toreo enfrenta al toro, con miedo de que me destroces el corazón,

por que irónicamente me rió... si pudiera pensar.... que por ti siento... que siento.