Contacto mullido,
pasión a flor de piel.
Ternura primordial,
ofrenda del espíritu.
Alabanza del corazón,
caricia para el alma.
Entrega sin reticencia,
sensualidad en la boca.
Besar tus labios es conocer
con certeza la respuesta,
a la adivinanza de Sansón:
eres la miel en la boca del león.
Dedicado a esa mujer que me cautivó y me subyugó: María Eugenia.