Te tenía en un pedestal y te caíste y te quebraste y ensuciaste y te barrieron y te pusieron en una pala y abrieron una bolsa y te pusieron ahí y cerraron la bolsa y te pusieron en el basurero y a las 4:30 AM. te pasaron a buscar en un camión y estaba hediondo y tenía cosas que ya nadie valora o ya están podridas o simplemente lo único servible de ellas ya fue utilizado y el camión frenó y pensaste que todo había terminado y fue peor y te viste volando y te dolió caer en un cerro lleno de más cosas como las de antes y más hediondas todavía pues tenían más tiempo y pasaron los meses y comenzaba a olvidarte cuando un día una señora tocó a mi puerta y salí a abrir sin preguntar quien era pensando que mi hermano estaba detrás de esos palos de madera y la ví con cara de tristeza, cansancio, preocupación, pureza y sin poder decirle nada me dijo si le compraba una figura de un hombre hermoso que había pegado pedazo a pedazo con mucho esfuerzo y la compré, mas no era cualquier figuera... era tu figura.
Y la metí debajo de mi cama y no lo soporte y te saque y te puse en el velador y tampoco lo soporte y te puse un pedestal y era el mismo de antes y seguía en el mismo lugar y me di cuenta que aunque estuvieses entero y en el mismo pedestal, estabas trizado y nada, nunca, volvería a ser como antes.