Un fuego empedrado de silencio se levantó en la clara y despejada mañana de primavera.
La mundaneidad retoma, en su mayoría, la irresoluta cotidianeidad. Materia y antimateria dialogan a diario, en cada rincón del universo. El movimiento acelera y desacelera constantemente su misterio.
De una boca salió: "estamos en este mundo pero no pertenecemos a el..."
Llegaron con una misión específica; cumplieron y algunos se fueron. ¿De dónde han venido?..
Diez de la mañana. El médico cerró la carpeta y se quedó estufefacto, sin entender lo que está pasando. El informe es claro y preciso. La respuesta, genéticamente encubierta, espera junto a la víctima.
Héctor Hugo Lattuada.
Texto agregado el 16-05-2006, y leído por 244
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