El amargo sabor de las calles frías,
Mi llanto y la poesía,
Colores neutros y mis pies desnudos en ellos,
Las fotografías, mi rencor, la paciencia.
Me deprimo en las lagunas de la pobreza,
Calles llenas de prostitutas y de vagabundos,
Niños y adultos pasando hambre,
El temor, mi dolor, la angustia.
Un amor extraño me acecha,
Me cubre el aire solitario,
Calles oscuras sin sentimiento,
Y el amargo sabor no me seduce.
La niebla cae en los aposentos de mi opaca ciudad,
Llena de ansiedades que penetran mis ilusiones,
Cuidad de gente solitaria, muerta y perversa,
Que desde mis ojos demuestran tristeza.
|