No me llames poeta esta noche,
ni me pidas un verso;
No me lo digas jamás.
Sólo arroja al suelo los papeles de mi mesa,
esos legajos de años en soledad,
basura que no respira ni siente,
que nunca amaron.
Échate tú sobre ella;
Quiero escribir vida sobre ti,
sobre mí,
sobre nosotros,
olvidar palabras míseras
que no saben de olores ni sabores,
trozos de papel con lágrimas a sus espaldas,
siempre ausentes, fríos, inertes...
Observa como nos miran con desprecio,
porque ansían ser y no pueden,
se jactan de su inmortalidad
a la vez que la odian,
no tengamos piedad con ellos.
Déjame inventar letras en tu cuerpo desnudo,
que no digan nada,
sin plumas ni tinteros,
sin más fantasías que el dolor y el placer,
a lengua y saliva,
sin mas abecedarios que nuestra piel,
sin más ortografía que nuestro amor.
¿Acaso mañana mis inútiles versos
me traerán de nuevo tu mirada?
Nunca me llames poeta, mujer,
aun aspiro a vivir,
al menos, esta noche.
a todos los que me llamaron poeta, así como a mis amigos de loscuentos.net, gracias |