El tenia el símbolo en la frente, detrás de su cabellera negra se veía, era un marcado, la gente de temía, sabían de sus pecados, de sus males y de sus demonio que lo atormentaba.

El y su prole se escondían en las altas montañas y vivían en la oscuridad de su segura cueva, el mas viejo era su juez, el mas vigoroso era la mano del juez y en sus juegos enseñaban a odia a los que vivían en la luz.

A si la prole siguió, el mas viejo también, escondido de todo rayo de luz su sangre maldita era un mancha que nunca se quitaría, un día el mas joven, el mas ignorante de por si, pidió perdón a si arriba, y del cielo sonó el canto de los ángeles y en la tierra tembló, los marcados habían sido perdonados, salieron de su oscuridad y voltearon a ver la luz, y bajaron a la tierra de bonazas, y la gente los vio, vieron sus frente sin la marca y entendieron que habían sido perdonados de ahí ellos vivieron hasta el resto de sus días.