Yo no se que es olvido
sus besos me lo robaron.
Yo no se donde quedo
mi alma.
Despues de verme en sus ojos
no la he encontrado.

Mis manos aun sienten
su piel y la noche aun
canta su nombre.

¡Oh! los besos eternos,
sus caricias infames.
su rostro blanco como
la madrugada, que rozaron
mis labios.

Nada de ella es mio, solo
su mirada, solo este amor que me
ha dejado.

Fue tan mía como yo de
su olvido, sus manos
fragiles tocaron mi alma.
Fue la reina de mi mundo,
ahora a causa de tristeza.

Nunca la quise, siempre
la adoré.

Mi alma busca su mirada
mi cuerpo, sus besos; y el silencio
de la noche se rompe cuando
el viento trae su voz.
Cuando la noche traé su sonrisa.