Bajaba la sierra en el autobùs viejo. Mata atlántica por arriba, mata atlántica por debajo. El autobús serpenteaba la montaña y la gringa observaba aquel paisaje que lo convertía en su patria y su identidad. Aquel paisaje verde intenso, donde la naturaleza era insultantemente exagerada y sensual era la definición de vida en su cabecita.

Sábado por la mañana. El móvil está apagado. Nadie sabe donde se encuentra y esa sensación le encanta.
De pronto la sombra.
La sombra del final de las cosas y de las experiencias. Siempre aquel enrojecimiento de ojos repentino .

Mira a su alrededor, ellos son tan diferentes a ella y parecen tan felices.Siempre con aquella sonrisa permanente , siempre buscando el contacto visual, el llegar a la conquista, al sexo, en cualquier momento,en cualquier lugar, esa concepción de la vida tan hedonista donde la belleza y sensualidad priman por encima de todo, cual diferente es su pais piensa la gringa, donde cada relación debe tener un significado, una lógica , un sentimiento, una explicación como si ya no fueran animales.


Llega al pequeño pueblo de pescadores y espera la fila para coger el transbordador .Hay niños recogiendo latas del suelo. Ya no le llaman la atención, son algo normal en la película que le está tocando vivir. Intenta sentir pena por el, ya que son los valores que aprendió, pero no puede, no encuentra el corazón dentro de ella piensa.
Es egoista, otra vez más se lo echa en cara así misma, pero su pensamiento veloz està lejos de aquel lugar y piensa en la emoción que sentirá cuando llegue al punto exacto de la cuesta, del camino de piedra, donde se vislumbrará el horizonte azul, por fin la inmensidad del mar...El mar..como antagónico del monstruo gigantesco de cemento, de ruido de helicopteros y aviones, autobuses y coches contaminantes.

Se tumba en el pareo y nota una presencia cerca. Levanta la mirada y ve a pocos metros al chico que le había preguntado la hora antes.La mira fijamente. Ella se gira nuevamente y se sonríe y volviendose a acordar del movil apagado, decide jugar.

Ella, tumbada boca abajo, juguetea con la piernas,cruza los pies y los balancea , mientras el, mas joven, inventa y crea para seducirla. El juego es tan evidente que ella se siente enternecida, cuando ya creía que solo merecía el silencio y la ausencia, profundamente se emociona ante el joven galán.

Van caminando por caminos de raíces de arboles retorcidas, le estallan pequeñas gotas de sangre por los salvajes ataques de insectos, el joven galán siempre la intenta ayudar y le tiende la mano pero ella niega orgullosa su ayuda.

Llegan a una playa desierta. Rocas para asistir mejor a una puesta de sol. La gringa adora las rocas, el tacto árido y las miles de combinaciones de pasos para caminar sobre ellas y saltar de las unas a las otras.

Un beso. El solo le pide eso.Ella no tiene escrúpulos, juega con el, dando evasivas.El es inocente y le cuenta historias de cuando pequeño, de su abuela cuando le preparaba un biberón de leche .
Por dentro, ella, siempre la obsesión, porque en el puzle de la vida, solo tu eres el que encaja conmigo. Porque no este joven galán. Porque no esta playa, porque no este momento, porque siempre tiene que estar en el , en su cabeza, siempre, en silencio, agazapado.

Ella le besa, solo por probar, lo hubiera echo con cualquiera, solo por probar, porque ya sabe lo que quiere, porque está inmunizada, porque ya nada le importa y nada le puede hacer daño.

Ella se aparta,ya no quiere besarle mas, le aburre hacer cosas que no son especiales y decide que es la hora de volver.Ahora ya le da la mano , se le coge cariño facil.

Ha sido un día feliz, muy feliz..piensa mientras sube la sierra.