Missa

"No intenten comprender mis motivos… Sé que lo más probable es que no puedan. No es por ustedes, ni siquiera alguien en específico… Es por todo… Es por mí…"

Dejó el lápiz a un lado, ya seguiría más tarde… Le quedaban aún unas doce horas. Absorta, vio como salía el sol a través de la Cordillera y casi sintió pena… Algo de nostalgia y melancolía por lo que nunca más podría ver…
Dudó un Momento.
Sería Correcto…? Serviría de algo que…?
Cerró los ojos, negándose la debilidad. Ya había tomado una decisión, ya no podría haber vuelta atrás… Aunque claro, era difícil…
Mucho más de lo que había imaginado.
Respirando lenta y profundamente se incorporó sobre la cama y se puso de pie, sintiendo con intensidad como el frío mordía su piel. Tomó su ropa recién lavada y limpia y se la puso. Ordenó prolijamente su habitación, dejando su cama estirada, sus libros en orden, su ropa, sus cosas… Luego fue hacia el baño y lavó su cara con agua helada y jabón. Se observó en el espejo, mirándose como si fuera la primera vez que se percibiera así misma… Se arregló con cuidado, ordenando su cabello largo y ondulado, que caía libremente por su clara piel y por sus hombros.
Finalmente se miró a los ojos.
Sus ahora tristes y apagados ojos.
Apartó la mirada rápidamente y salió con prisa del baño, respirando con agitación.
Bajó corriendo las escaleras y tomó sus cosas.
Al abrir la puerta, el brillante sol le dio de lleno en la cara, deslumbrándola dolorosamente.
—Nos vemos…—escuchó decir una voz a sus espaldas.
Se volteó y vio como su hermano pequeño la miraba, refregándose los ojos. Sonrió débilmente y se acercó a él.
—Adiós, mi niño—murmuró quedamente, Alexiel—… Adiós… Recuerda… que pase lo que pase… siempre estaré junto a ti, si?
—Está bien…—susurró su hermanito—. Te quiero mucho…
—Yo también… yo también te quiero mucho—susurró Alex, sintiendo como su corazón se comprimía dolorosamente—. Cuando estén ya en el campo… Le puedes decir a los papás y a Sofía que los quiero mucho… Les dirás?
Lucas, su hermano, asintió.
—Por qué no irás con nosotros?
—Tengo que ir al colegio…—repuso Alex—… No puedo faltar.
Se levantó y le dio un beso muy grande a su hermanito, que se quedó mirándola mientras ella salía por la puerta. Observó por última vez la figura pequeña de su hermano y no pudo reprimir un sollozo cargado de dolor… de rabia. Se sintió una basura… Se sintió el ser más inmundo y egoísta sobre la Tierra… No soportaba ser ella… No podía soportarlo más…
Cerró los ojos, sintiendo aún el calor del último beso que su hermano le había dado y recordó su cara, confusa al verla tan triste…
Como ya hacía meses estaba…
E, intentando apartar los pensamientos difusos de su mente y sin que se diera cuenta, una lágrima cayó de sus ojos y se fue a perder entre sus cabellos.



***


"… Hace ya tiempo que esto comienza a no tener sentido para mí. Para qué estamos en el mundo? Qué propósito tiene la vida si al final todos seremos polvo en el viento? No veo el sentido de pedir prestado un poco de vida… Si la misma es algo tan banal, tan irrelevante… tan agotador… triste…"

Pareciera como si la naturaleza se estuviera burlando cruelmente de ella. Mientras caminaba podía observar como todo parecía ser descubierto bajo una nueva luz… Cada color, cada árbol, cada flor y el cielo mismo parecía brillar con una intensidad inusual… El sol alumbraba los rostros de las personas, que parecían más alegres de lo normal… todo parecía bello, todo parecía… feliz.
Qué ocurría con todo? Qué pasaba con el mundo?
Por qué todo podía ser de otra forma y ella no? Por qué…?
Se percataría la gente de lo que hoy haría?
No lo sabía… pero era difícil. La gente ya no miraba… no se percataba de los pequeños detalles… de nada.
A lo lejos divisó la figura de su escuela… y apuró el paso.
Interiormente se preparó para afrontar el último día en ella.


***


"… Nunca me he sentido completamente perteneciente a algo… Siempre estoy afuera de todo, ajena a la realidad. Miro a mi alrededor y no puedo evitar sentirme diferente, extraña… como si perteneciera a otra especie… Es extraño pensar que todos puedan estar alegres mientras yo me estoy congelando por dentro… es extraño pensar en como esto afectará de una u otra forma su vida cuando mañana se enteren de que todos están vivos… mientras yo estoy muerta.
Vuelvo a decirlo… no es por nadie… es por el sentimiento de soledad que cargo siempre… es por el sentimiento de perdición que se apodera de mi a cada momento… es porque los amo y no quiero hacerlos sufrir más con mi presencia que hace daño… que hiere…"

Se encontraba rodeada de gente en el aula de clases… sus compañeros actuaban con normalidad… todo parecía igual…
Pero de pronto algo cambió.
Una de las personas fue hacia donde estaba y se paró frente a ella, sorprendiéndola.
—Tengo algo importante que decirte—dijo la chica, llamada Lilian.
Alexiel sintió como un recuerdo se introducía en su mente… por su cabeza cruzó un vago recuerdo de dolor y resentimiento.
—Tú dirás…—murmuró Alexiel, evitando sus ojos.
—Alex, yo…—comenzó la chica, agachándose un poco para quedar a su altura—… No sabes cuanto te he echado de menos todo este tiempo.
Alex levantó la cabeza. Sin poder contenerse, sus ojos se llenaron de lágrimas.
Por rencor… por una perdida amistad…
—Tú… te volviste tan extraña de repente… no parecías alegrarte con nada… yo intenté descubrir qué ocurría, pero tu te alejaste tanto…—susurró Lilian, débilmente—… Pero lo siento tanto, Alex… te abandoné y eso no me lo puedo perdonar… eras mi amiga… aún eres mi mejor amiga… y de pronto sentí tanta urgencia de decírtelo…
Alex la miró sin poder retener las lágrimas… Por qué ahora… por qué justamente ahora!!!
—Te he necesitado…—musitó apenas.
—Lo siento!
Lilian abrazó fuertemente a Alex, sollozando con dolor y pena.
—Lo único que quiero que sepas…—masculló Lilian, separándose de ella y limpiándose las lágrimas—. Es que te quiero… te quiero mucho… y eso nunca acabará… Sé que tu también me quieres como yo a ti… Y sé que puedo y podré confiar en ti… siempre. Por toda la eternidad…
—Por toda la eternidad, Lils—respondió Alex, reteniendo las lágrimas—, por toda la eternidad…


"Los quiero mucho a todos, tengan presente eso. Siempre estaré viva en sus corazones, en su alma, en su mente. Hoy, cuando menos lo esperaba, recuperé a alguien que quise mucho y que necesitaba demasiado… Hoy, precisamente hoy pude vislumbrar algo en mi alma que creía perdido… la esperanza. Tengan siempre esperanzas… si desean algo con suficientes fuerzas… se puede hacer realidad… "


***


Por la tarde, volviendo a su casa, un extraño sentimiento se apoderó de todo su cuerpo.
Y de improviso, en un resplandor de su mente, supo que era.
Algo tan simple… algo tan delicioso…
Era sólo… Alegría.
Sus mejillas se comenzaron a contraer lentamente hacia atrás y antes de que pudiera darse cuenta, percibió que estaba sonriendo.
Siguió caminando con esa extraña sonrisa en su rostro hasta que comenzó a acercarse a su casa… y recordó algo.
Ella siempre se había esforzado por hacer todo lo que enorgulleciera a sus padres… que pasaría ahora? No les enorgullecería una hija que haría que los señalaran a donde fueran… que los cuestionaran por lo que haría…
Todo, cada cosa, cada uno de los primeros lugares en el colegio, cada uno de los "sietes" que se había sacado, cada medalla que había ganado, cada copa, cada diploma… todo, absolutamente todo lo había echo por ellos…
Pero ellos nunca se habían enorgullecido de ella.
Su sonrisa se apagó como muere una vela ante el viento…
Pero, por alguna razón, su corazón, en vez de contraerse, saltó.
Abrió mucho los ojos e introdujo atropelladamente las llaves en la puerta de su casa. Abrió la puerta con rapidez y bajó la vista hacia un objeto en el suelo.
Un bombón.
Pero no estaba sólo ese… lo recogió y vio otro igual más adelante, y luego otro, y otro… hasta que…
—No puede ser…
Una pluma de plata descansaba sobre una delicada caja de madera… a su lado habían unos rollos de pergamino.
Había una nota bajo la cajita de madera.
La abrió con manos temblorosas.


«Por todos tus logros y porque estamos muy orgullosos de ti. Te mereces esto y mucho más. Te queremos, tu papá, mamá y hermanos.»


—Qué…?
No lo pudo soportar.
Cayó de rodillas al suelo, y se cubrió la cara con las manos. Por qué justamente hoy todo parecía solucionarse…? Por qué justo hoy cuando ya no había vuelta atrás…? cuando ya no podía haber vuelta atrás…
Justo cuando la amistad, el amor, la luz de la naturaleza y el orgullo de su familia llegaban a ella intentando rescatarla de un pozo oscuro… en el que se podía ver un poco de luz… pero que ya se hacía demasiado profundo.


"No puedo dejar de pensar en todo lo que dejaré… No puedo dejar de pensar en todo lo que hoy gané… Intentaban salvarme… pero ya era muy tarde… No puedo decir más que palabras que no podrán solucionar su dolor… Los amo… los amo tanto… Y me duele tanto dejarlos… Pero es que la decisión ya está tomada… y no puede haber vuelta atrás. Ahora me despido con un simple beso que les llegará a la distancia… no lloren por mi, no sufran… recuerden que ahora por lo menos estaré en un lugar tranquilo, a salvo de toda crueldad y tristeza… recuerden que siempre estaré con ustedes…
La vida es algo que se me escapa de las manos, y aunque quiero atraparla, ya está muy lejos de mi."


El sol se ponía y en ese momento sintió una sensación cosquilleante que recorrió sus venas por efecto del veneno, paralizándole todo su ser, todos sus sentidos… Pero esa sensación no era reconfortante, mucho menos placentera… Le produjo miedo, pánico… su corazón latió a cien agonizantes pálpitos por hora…
Pero ya era demasiado tarde…
Tendió su cuerpo sobre el suelo, respirando con dificultad.
Sintió un ruido lejano, pero se dejó llevar a algo suave… sombras negras se dibujaron en su mente…
Y su alma se abandonó finalmente a la libertad.


"Espero que cada momento vivido quede como un preciado recuerdo, tal y como yo los llevo en mi corazón.
Los quiero y querré por la eternidad.
Alexiel."


FIN