Mátame, tú que puedes,
déjame sin aire,
agitas mi corazón entre tus manos,
haces que sangre,
Copa de licor cáustico
bebo,
el fuego encadena mi entraña,
muero,
huye la razón despavorida,
aterrada,
ante las fauces de un dragón terco,
sordo
Soy hierro en fragua,
semilla enterrada,
permanente crisálida.
Tú las ascuas,
tierra asfixiante,
dragón terco.
Tú,
hijo mío.
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